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Bandoneón argentino ´AZ´, de Ángel y Gabriel Zullo

Artículo subido el día 11 de Febrero del 2010

Bandoneón argentino ´AZ´, éste no bajará de un barco. Lo han concebido en muchas jornadas pacientes, Ángel Zullo y su hijo Gabriel, en la Buenos Aires que se identifica con este instrumento de origen alemán.
Por Eduardo Aldiser
REVISTA RAÍZ ARGENTINA – LUTHIERS ARGENTINOS
Vamos al encuentro de Ángel (el padre) y Gabriel (el hijo) Zullo, los esforzados creadores de un modelo de bandoneón íntegramente argentino.
Ángel y Gabriel Zullo trabajando en su taller de luthiers en el bandoneón integrqramente argentino
Nuestros músicos de tango lo interpretan en “fueyes” casi centenarios, Si añadimos que existen coleccionistas especializados en este instrumento, inventado en la Alemania del siglo XIX, entendemos la importancia de dotar en el país del tango, Argentina, de nuevos bandoneones.Quien inició este emprendimiento, Ángel Zullo, reúne la doble condición de músico y matricero y torneo, especialista en aeronáutica. Con esos petates y la ayuda de su hijo Gabriel, un ´manitas´ él también, se pusieron manos a la obra y ya estamos viendo los primeros ejemplares, que están siendo probados por músicos profesionales y está pasando bien la prueba.El auge del tango en el mundo ha hecho que en la cuna del instrumento, Alemania, se haya vuelto a fabricar en 2000, a pedido, nuevos ejemplares de este sugestivo instrumento creado para hacer las veces de órganos portátiles para acompañar los rituales católicos en la Selva Negra, allá arriba, en pequeñas iglesias o capillas de la alta montaña. Lo que ocurre es que su producción es escasa y el coste, entre unos 4 y 7 mil euros, se hace inalcanzable para muchos jóvenes músicos.

Bandoneón AZ, de procedencia argentina, como el tango

La novedad que aporta el ´AZ´ (hasta allí siguió el mimetismo, ya que el ´AA´ surge del nombre y apellido del empresario que registró aquel modelo legendario, don Alfred Arnold, con su famoso doble “A”) es que su creador, el luthier porteño Ángel Zullo, que también lo firma con sus iniciales, lo ha hecho completo en el país, incluyendo los peines de bronce y lengüetas de acero, elaboradas en su humilde taller y con mucho mimo y precisión.

Las fotos que vemos son del ejemplar número 1, que se lo quedará Ángel para su propio uso y para el museo de la industria en ciernes. Ya están terminando el modelo número 2, con peines de aluminio (especialmente valorado para quienes utilizan el bandoneón en el folklore en general y en el chamamé).

El prototipo con peines de bronce ha sacado muy buena nota entre los músicos tangueros. Existe la posibilidad que se desarrolle un tercer modelo con piezas de zinc, tal vez como fase final con vistas a su producción, que será artesanal pero, a su vez, seriada. Incluso prevén desarrollar un modelo para quienes se inician, como bandoneón de estudio. Pero eso es futuro, en lo inmediato están esperando, hasta con ansiedad, la presentación “de largo” en la Exposición Luthería 2009 de octubre en Buenos Aires.

Ahora ya estamos viendo el instrumento hecho, pero el camino fue largo y tortuoso. Los Zullo, antes de hacer nada, se abocaron al estudio del instrumento a través de toda su historia y evolución. Analizaron las maderas y metales que fueron seleccionando los constructores del siglo XIX y sus posteriores fabricantes del XX.

Nos comenta Ángel que él, como matricero y continuador de la profesión de sus familiares italianos, se encontró ante un verdadero desafío a la hora de elaborar las matrices de las lengüetas y peines o platinas, que de las dos maneras se llama a la pieza donde está remachada cada lengüeta. Por éstas pasa, comprimido, el aire que genera el fuelle, emitiendo los diferentes sonidos.

Le preguntamos a Ángel por las piezas de un bandoneón y nos contesta que “¿Sabe de cuantas partes se compone? Llegue a contar 6.044 elementos. Están incluidos las 272 voces; 272 re-maches; 71 balancines; 71 teclas; 71 resortes; 32 muñequitos, que son de las teclas más agudas; dos tapas; un fuelle, que tiene 60 punteras 60 cueritos; en fin…”

La Asociación Argentina de Luthiers que organiza la muestra en Buenos Aires del 1 al 4 de octubre, es una asociación sin fines de lucro que tiene como finalidad nuclear, fomentar y difundir el oficio de construcción, reparación y restauración artesanal de instrumentos musicales. Para la exposición cuentan con la Sala Williams como espacio de exposición y la Sala Carlos Guastavino para las charlas y pruebas de instrumentos, en el Centro Nacional de la Música, México 564, Buenos Aires, Argentina.

Esta entidad tiene su origen en el grupo Luthiers Argentinos, integrado a principios de 1999 por cerca de veinte artesanos básicamente del ámbito de Capital Federal y Gran Buenos Aires. El trabajo de este grupo dio como fruto en diciembre de 1999 la primera exposición conjunta de instrumentos musicales que se llamó “Luthería en Buenos Aires”, y tuvo como escenario el Centro Cultural Borges. Contó con el apoyo de auspiciantes y la ayuda de importantes medios de comunicación, que sintieron un espontáneo interés en el proyecto y facilitaron la divulgación de todas sus realizaciones cada año.

Nos vamos canturreando “Viejo fueye desinflado, que encontré como a un purrete que la madre abandonó”… muy pronto puedes tener hermanos argentinos, con una reluciente “AZ” como marca, de la que están muy orgullosos esos ítalo-argentinos que son Ángel y Gabriel Zullo.

Pueden conocer más del tema en http://bandoneonargentino.jimdo.com

Publicado en 2-Fabricantes

7 comentarios

    • Bandomecum

      no tenemos información de la venta, pueden verificar en nuesta sección de bandoneones nuevos en la página. de bandomecum.

  1. Gerardo Rodriguez

    Recién descubro esta página!!!, qué bueno!. En algún lugar de la página deben estar los nombres de los bandoneonistas de la foto de la portada, pero no encuentro la identificación. Si me la podés facilitar, muchas gracias!!. Me quedo paseando por aquí.

    Cuando puedan escuchen un poquito mi radio, casitodotango .com, seaceptan sugerencias!!

    Abrazo

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